El ejercicio en mi vida

Les advierto es un post largo. No lo escribo para presumir nada, al contrario lo escribo como inspiración para que siempre hagas lo que te hace feliz y busques lo que te hace sentir bien.

Desde chiquita siempre hice ejercicio, a los 4 años decidí que quería aprender ballet y por años lo hice, tome clases de natación, baile jazz, aprendí kik-boxing y más grande empece a ir al gimnasio. El ejercicio siempre fue parte de mi vida, mis papas siempre me apoyaron en hacer lo que me gustaba, jamas me impusieron algo y se los agradezco porque el ejercicio se volvió un hábito que disfruto.

Crecí y decidí ir al gimnasio dos veces a la semana, hasta que tuve una relación muy enfermiza al punto que deje de hacer por años lo que más disfrutaba. Esta persona me quería tener pegada a él 24/7 y en su mente hasta los árboles querían algo conmigo… ya se imaginarán en que tipo de relación estuve fue un GRAN aprendizaje de vida. Después de mucho tiempo termine esa relación y la verdad me deprimí mucho, acabé en el psicólogo y la primer pregunta que me hizo fue: ¿Qué dejaste de hacer que te hacía feliz por esta persona?  Mi respuesta fue: hacer ejercicio. Me dijo: bueno, ve y vuelve a hacerlo inscribe te en el gimnasio o alguna clase de lo que te guste y vuelve a empezar de cero. El psicólogo no se equivoco. En cuanto volví a hacer ejercicio me re conecte, me sentí feliz y sobre todo tranquila, ya no tenía tiempo para llorar, salía del trabajo y me iba al gimnasio y ahí conocí a Matías. Es verdad que al final todo se conecta y tener hobbies en común con tu pareja es lo mejor, hacer ejercicio es lo nuestro.

También acabe en clases de yoga y no es cualquier yoga, mi maestra es hermosa, y digo hermosa de alma porque se convirtió en mi guia y gran amiga en este proceso de mi vida. En el que me dedique a sanar y reconstruirme. Ahí fue cuando mi sentido de salud cambio por completo. Aprendí que no solo nos alimentamos de lo que comemos, también nos alimentamos en muchos niveles, nos nutrirnos de lo que comemos y tomamos, pero también con lo que vemos, leemos, lo que hacemos y con quien nos relacionamos en nuestra vida. Nutrimos nuestra alma.

Me recordó que hay que escuchar a nuestro cuerpo, siempre nos dice lo que necesita y escucharlo es una forma de respetarlo y honrarlo. Siempre he comido sano y se lo agradezco a mi mamá pero, soy muy antojadiza (los helados y lo dulce son mi máximo en la vida) así que empece a escuchar poco a poco a mi cuerpo y a entender el porque de mis antojos. Empece a disfrutar más el sentarme a comer con calma, estar presente y agradecer lo que como, me di cuenta que es mejor preparar mi comida un día antes y llevarla al trabajo. Este año decidí cortar el azúcar de mi vida y noto la diferencia (en otro post hablare de esto) me refiero al azúcar en postres, dulces etc.

Pero llego el día que hice un compromiso conmigo, sí me comprometí a hacer ejerció 4 veces a la semana ya sea ir al gimnasio, a clases de yoga y cuando estoy muy estresada me encanta ir a mis clases de box acabo tan cansada que se me olvida lo que me tenía de mal humor.

 

Hacer ejercicio en pareja es lo mejor, aparte de que te motiva haces algo diferente puede ser con: tu pareja, amiga, amigo, vecina, mamá, hermano quien sea pero salgan a caminar, a pasear al perro, a correr lo que ustedes quieran pero ¡hay que movernos! unos minutos al día nos hacen muy bien, nos despeja la mente y estamos de mejor humor.

Pronto será un mes que corrí mi primer carrera, gracias a Maki mi amiga del trabajo que me propuso que corriéramos juntas la carrera de Bonafont. Siempre tuve miedo de correr una carrera, ¿por qué? porque desde los 13 tuve un problema en las rodillas y yo me había aferrado a la idea de que si corría mucho me iba a quedar sin rodillas, (debo mencionar que siempre que voy al gimnasio corro 30 min y nunca me ha pasado nada) fue un miedo que yo me invente y dije bueno, hay que salir de la zona de confort y me inscribí.

Fue de 5km pero por algo se empieza. Les debo de confesar que estaba muy nerviosa el día anterior, tanto que no podía dormir y me tenía que despertar a las 5 am pero mi papá me dijo: ¡Llevas haciendo ejercicio toda la vida, 5 km para ti son nada! Mejor motivación que esa no hay y así fue. 5km que disfrute, enfrente un «miedo» y sentí una gran satisfacción al terminar la carrera y darme cuenta que años de hacer ejercicio y alimentarme con conciencia han servido mucho más de lo que yo creía. Y sí, ya estoy buscando en que carrera inscribirme es cierto que se hace adicción.

Nunca es tarde para empezar a cuidarte y proponerte nuevas metas.

Quien de verdad te ama, jamas te aleja de lo que te hace feliz.